Tras un viaje que duró toda una incomodísima noche asistimos a un acto que mereció la pena por su emotividad y contenido sindical.
Era impresionante sentirse rodeado de un Palacio de Vistalegre rebosante de tantos delegados y delegadas coreando: "C-C-O-O-sindicato-trabajador". O cuando Luis Eduardo Aute cantó "Al alba, al alba..." y 20000 voces se pusieron a cantar a la vez. Hacia calor pero se te ponía la "carne de gallina". Eso si. Te hacen sentirte orgulloso de ser delegado de CCOO.
Y de vuelta a casa... Otra paliza de autobús, con esos sitios tan reducidos que te dejan las piernas literalmente para el arrastre, y mañana al curro.
Bueno, aquí os dejamos unas fotos para que quien las quiera ver o incluso bajarselas entre en el álbum.
Entrar en el álbum de fotos...
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