martes, 27 de marzo de 2012

EN LAS VÍSPERAS DE LA HUELGA


NOTA DEL SECRETARIO GENERAL

Son horas mal contadas las que nos quedan para afrontar la Huelga más importante que los trabajadores/as de este país vamos a afrontar desde que se reinstauró la democracia en nuestro país. Es tal el carácter y la naturaleza de la agresión que está en marcha, que su constante denuncia y la constante luchar para seguir combatiéndola por otros medios a partir del día 29, supone un objetivo de carácter estratégico inaplazable. El día 29 no termina nada: todo vuelve a recomenzar. Pero el 29 debe suponer un punto de inflexión importante –como lo han supuesto las elecciones autonómicas de Asturias y Andalucía- para seguir torpedeando la línea de flotación de este poder lacayo y subalterno de las directrices que mandan y ordenan los mercaderes por la boca de trapo de la Sra. Merkel.

Porque, una vez consumada la Huelga tendremos conocimiento de los Presupuestos Generales de 2012 (que deliberadamente han estado ocultando hasta que no pasaran las citadas elecciones autonómicas) que tendrán, a su vez, su prolongación en los de 2013 lo que, en resumidas cuentas, supondrá tener que efectuar recortes en torno a 55.000 millones de euros en 21 meses para ajustar el déficit actual al 3%. Vamos a ver cosas desagradables. Más paro y mayor generalización de la pobreza. Todos los elementos están dados: Una deuda impagable que asciende a la colosal cifra de 2,3 billones de euros, un tope de déficit obligatorio del 3% establecido constitucionalmente a nivel del Estado (gracias PSOE, gracias PP), del 1,5% para las Comunidades Autónomas (que tienen transferidas las competencias en materia de Salud y Educación, entre otras) y del 0,5% para los Ayuntamientos, lo que significará que durante mucho tiempo no habrá recursos para el gasto social y la inversión productiva.

¿Será intervenido nuestro país? ¿Tendremos que acudir al FMI? En la práctica actuamos y funcionamos ya como un país intervenido, es decir, sin soberanía… Esta es la perspectiva que tenemos por delante. ¿Desalentadora? Sí, si no tenemos en cuenta algunas cuestiones. La primera y fundamental, la perentoria necesidad de un rearme ideológico que nos haga omnicomprensivo el momento y la situación que vivimos, el nivel y desarrollo actual de las fuerzas productivas, del capitalismo financiero y la globalización. ¿Y eso como se consigue? Simplifiquemos tan complejas cuestiones.

Recientemente el escritor Manuel Rivas se hacía eco en uno de sus artículos del Decálogo que Juan José Morato –un escritor obrero hijo de lavandera y zapatero- publicó en El Calendario Obrero de 1909. Dicho Decálogo, salvando algunos aspectos del lenguaje propio de la época, nos da un verdadero programa a seguir a los militantes obreros y, más allá, a toda la gente socialmente comprometida. Un programa válido en todo momento, época y lugar. ¿Qué todo esto a alguno/a le puede sonar a antiguo? Claro, sobre todo conociendo como conocemos qué es lo moderno: Una Reforma Laboral que, curiosamente, nos traslada al Siglo XIX y portadora de una profunda carga ideológica, pues del ámbito de lo colectivo se pasa al ámbito de lo individual para tenernos indefensos y asustados e imponernos el individualismo feroz y la soledad que el sistema pretende, sencillamente para situarnos en cotas por debajo de la dignidad humana.

EL DECÁLOGO


   1. Instruirse y combatir la ignorancia.

   2. Acortar las horas de trabajo.
  
   3. Elevar los salarios.

   4. Tener independencia y odiar la vileza.

   5. Ser viril y destruir la tiranía.

   6. Establecer la fraternidad y despreciar el egoísmo.

   7. Conquistar derechos y abolir injusticias.

   8. Humanizar el trabajo.

   9. Llevar cariño y alegría al hogar.

 10. Fundar un mundo mejor

(Publicado por Juan José Morato en


El Calendario del Obrero en 1909)


Aniceto Muñoz
Secretario General






No hay comentarios:

Publicar un comentario