13.08.2012.
El PP ganó legítimamente las elecciones generales con un programa en el que no constaba ninguna de las principales medidas que se están aplicando. Tampoco aparecieron en el debate de investidura e, incluso después, cuando se les ha preguntado por qué aplican las medidas que sufrimos en la actualidad las han negado sistemáticamente. Así las cosas, amplios sectores de la sociedad consideremos que estamos ante un flagrante incumplimiento del "contrato" electoral establecido entre el PP y la sociedad española, que solo puede resolverse democráticamente si el programa de gobierno que desconocíamos y que ahora padecemos se somete a consideración de la misma.
El Partido Popular ganó ilegítimamente las elecciones a base de mentiras, falseamiento de datos (por ejemplo, cifras de la deficiencia presupuestaria o del nivel de desempleo) como posteriormente se ha podido constatar, y críticas al Gobierno anterior cuando mantenía la sumisión a las políticas ordenadas por el Partido Popular Europedo, que es el que domina en Europa, al que también pertenece la tía Angela, Frau Angelika de Hamburg, que era exactamente lo mismo que el Gobierno anterior había hecho, en sus últimos años, pero más y peor, al contrario de lo que indicaba en su campaña electoral. Los que propagan que pedir un referendo popular es alta traición al Gobierno, impedirle su ¿legítimo? poder despótico es que no saben lo que significa la palabra democracia. Para ellos las elecciones son sólo un método alternativo de imposición del despotismo, pero en absoluto en reflejo de la voluntad popular a la que desprecian. Las últimas elecciones han sido ilegítimas porque se ha impedido la participación en ellas de "Sortu" ("Nacer", "Brotar", "Surgir", "Crear", "Inventar", "Concebir", "Devengado", "Adormecer", "Entorpecer", "Embotar", "Comparecer", "Ensordecer": como de costumbre los nombres nacionalistas son polisémicos, con sentidos ocultos y contrapuestos) lo que se ha considerado ilegítimo e injustificado por el Tribunal Constitucional. Así que habría que repetir, de inmediato, las elecciones autonómicas vascas y navarras, la elecciones generales del Estado, y las europeras, en la parte que afecte a los representantes de España. Claro que los que no entienden de democracia, sólo del poder absolutista, conquistado por los métodos que sea (ya sabe: para los déspotas el fin justifica cualquier medio, incluso la mentira, la guerra o el terrorismo, para conseguirlo) no podrán comprenderlo, no querrán comprenderlo, no querrán que lo comprendamos y exijamos.
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